29/08/15
PROpuestas
Nota de opinión - *por Axel Trotte
Las elecciones primarias de agosto marcaron una tendencia que al parecer dejaron con posibilidades firmes de llegar a la presidencia en diciembre a dos fuerzas. Un frente de raíz popular, progresista y peronista (Frente Para la victoria) y una "alianza" conservadora, elitista, antipopular y antiperonista expresada en la unión del radicalismo y el PRO. La interna de ésta fuerza dio como ganador al PRO, cuyo candidato es, como sabemos, el Ing. Mauricio Macri.
El elitismo conservador lo aporta el partido liderado por la pacata clase alta porteña, y el anti peronismo lo incorpora, sin fórceps, claro está, el radicalismo actual, que lejos de izar las banderas históricas del centenario partido, ha elegido ser el furgón de cola de esta "alianza".
Queda claro que en octubre se ponen en juego dos modelos de país. Uno que ha elegido ser integrador y popular, apostando al mercado interno como vitalizador de la economía y al Estado como vehiculizador de políticas públicas de inclusión social. Y otro, el del conservadurismo neoliberal, que ha designado como mascarón de proa de sus propuestas excluyentes y exclusivas al porteño y millonario Ing. Macri.
En los últimos días el equipo económico de Macri ha transparentado su proyecto, en esta nota intentaremos analizar sus matices más importantes, no tanto por sus medidas sino más bien por el impacto que tendría en la vida de las personas.
Si empezamos por el final, en el caso de que Mauricio Macri sea presidente, es de esperar que para marzo del 2016 la desocupación que en éstos últimos doce años se ha mantenido por debajo del 10% pase en pocos meses a ser del 20%, que el poder adquisitivo de todos los trabajadores se vea reducido entre un 30 o 50 % en los primeros tres meses del año que viene y que la precarización laboral y la ruptura del tejido social que tanto sacrificio costo, se vea dañado nuevamente.
Algunos pensarán que estoy exagerando, pero no es así. Si prestamos atención a las personas que integran su espacio, vemos que la primera diputada por la ciudad de Buenos Aires es la inefable Patricia Bullrich (1), mentora y ejecutora de la baja de salarios de los jubilados y empleados estatales. Por otro lado observamos que muchos de los referentes más importantes del equipo económico del ingeniero fueron figuras centrales del plantel del recordado ministro Domingo Cavallo. Melconian, señalado por muchos como el próximo ministro de economía, ya dijo ante la mirada feliz del empresariado nacional, que "el gasto en las jubilaciones integradas al sistema sin aportes no se puede seguir manteniendo", si leyó bien, y si no me creen investiguen en sus declaraciones recientes (2).
Ahora bien, ¿qué quiere decir esto?, que hay que achicar el Estado, sus gastos. Él piensa que pagar jubilaciones es un gasto y no un derecho de personas que trabajaron y fueron estafadas por sus empleadores al no hacerles sus aportes. Pero más allá de su concepción ideológica, pasemos a observar las consecuencias prácticas de dicho pensamiento.
Hagamos una sencilla cuenta, hay 3 millones de personas que han accedido a la jubilación "sin aportes", el monto percibido por persona es de 4.300 pesos, si lo multiplicamos por la cantidad de jubilados la cuenta da 13.200.000.000 pesos por mes, esos pesos se vuelcan íntegros al consumo interno, la pregunta es ¿Qué sucede si estas personas dejan de percibir este beneficio como quiere Macri?, la respuesta es sencilla. Por un lado, tres millones de ancianos se quedarán sin esa percepción incluyendo también su obra social, el impacto sería devastador, pero sigamos, ¿qué sucede si al mercado interno le quitamos esos millones de pesos que se vuelcan por medio del consumo?, sencillo, la caída del consumo provocaría en pocos meses el cierre de comercios, empresas y fábricas que dependen del consumo interno para mantenerse en actividad, ergo, desocupación, precarización laboral y ruptura en la cadena de pagos.
No tengan dudas que si éste modelo económico se implanta la desocupación volverá a los índices de los 90. Pero esto tampoco termina acá, el economista estrella y el candidato Macri, ya dijeron que liberarían el control cambiario y que el precio del dólar lo pondría el mercado (3). Por los datos que se vienen manejando, el mercado está pidiendo un dólar de 16 pesos. Si el dólar pasara de 9.20 a 16 pesos como quiere el mercado, lo que se produciría es una mega devaluación que rondaría el 80%. Si queremos ser benévolos en el análisis, tenemos que estimar que por lo menos el 50% de ésta devaluación pasaría a precios del consumo popular, provocando no sólo una disparada de la inflación , sino también una retracción de los salarios del 50% , ergo, menos plata para el consumo interno, más comercios cerrados, más fábricas con despidos y suspensiones y más gente en la calle, la vuelta al club del truque, desahucio social y crisis política (4).
Algunos podrán pensar que semejante panorama no puede ser posible, que es una amplificación o alarmismo político, quedará en los lectores el análisis de lo que estoy exponiendo. Pero debo advertirles que todo anverso tiene un reverso, detrás de éstas políticas están los beneficiados. ¿Quién se puede beneficiar ante tal panorama? En principio si el dólar pasa a 16 pesos los exportadores verían incrementadas sus ganancias en forma significativa, proporcionalmente a lo que pierde el resto de la sociedad, es un modelo de transferencia de fondos. Todo lo que se pierde en el consumo interno, salarios e inclusión, se lo llevan unos pocos exportadores, ya sea de materias primas o insumos exportables. Por otro lado, la precarización laboral y la desocupación tiran por necesidad los salarios hacia la baja, lo que quiere decir que el salario que pierde el empleado se lo queda el empleador (recuperación de costos por ajuste interno).
El programa político del PRO expresa la idea de un país para pocos. Si se descuida el consumo interno para beneficiar a los empresarios exportadores o a los sectores del campo ávido de liquidar sus silos bolsas, ¿quién nos va dar trabajo?, ¿qué pasará con la clase media que depende y construye su vida a través del esfuerzo personal y que nada tiene que ver con el valor del dólar?, ¿qué pasará con los sectores marginados que dependen de la intervención del estado para salir de la indignidad y la miseria? la respuesta no la puedo dar yo, el lector debe analizar qué es lo que se juega en la próxima contienda electoral.
En nuestra ciudad hay referentes de esta alianza conservadora y antipopular que deberían explicarle a la gente por qué apoyan y trabajan para la destrucción de lo creado en estos últimos años.
El Presidente del Concejo Deliberante y el concejal electo por el partido de Macri, son los máximos exponentes del anti peronismo PRO que juntos a los representantes del radicalismo, conforman el club de los antipopulares. Si ellos apoyan una propuesta devaluatoria, inflacionaria, de precarización laboral, salariar y si creen que la solución es sacarle el sueldo a los jubilados, dejar en la calle a millones de argentinos para beneficios de unos pocos, deberían hacerse responsables y la sociedad arroyense debería interpelarlos por lo que suceda en el futuro en el caso de que sus fuerzas políticas llegaran a la presidencia.
Debemos decidir si profundizamos lo logrado y pasamos a una etapa de mayor desarrollo e integración o caemos en manos de estos sectores que quieren para nosotros un destino infausto.
Axel Trotte
FRENTE DE APOYO NACIONAL Y POPULAR
