16/09/16

El "berretín" de las cosas idas... "Las Tiendas" 1ª parte

Mayo de 1920. Jorge Bulleraich y su esposa Matilde.

 

 

 

En 1996, Canal 2 da comienzo a la transmisión de "El Umbral", un programa televisivo creado y conducido por nuestra amiga y referente Gloria Gennai. Pasaron muchos años desde aquella primera presentación y aún atesoramos en nuestra memoria, el recuerdo de ese trabajo que ella supo brindar a su público y a su pueblo. 

En esta columna del "berretín", desde su inicio y durante todos estos años, en algunas oportunidades se ha logrado rescatar parte de su contenido histórico en fragmentos que enriquecieron los temas elegidos. 

Es por eso que nos propusimos, haciendo las adaptaciones y recopilaciones que hemos creído necesarias; llevar al medio escrito uno de los temas abordados por "El Umbral" en sus comienzos. Sabemos, sin dudas, que ha sido un valioso testimonio de la vida de Arroyo Seco y su gente: 


"Las Tiendas"

1ª parte


Y así comenzaba Gloria Gennai: "El "Umbral" irá a recorrer aquellos antiguos negocios, muchos de ellos aún están. Las tiendas, las tiendas que empezaron con el mismo pueblo. Tiendas importantes que fueron ausentándose en el tiempo. Y otras que nos acompañan en la vida cotidiana de Arroyo Seco. 

Será un recorrido donde tal vez pareciese superficial intentar la aventura de conocer y reconocer aquellas tiendas; pero no: dentro de esos lugares está también la historia de Arroyo Seco, están las costumbres, está la gente. 

Sobre todo inmigrantes, hijos y nietos de inmigrantes que se dedicaron a este trabajo; sobre todo la gente sirio libanesa, algunos españoles y algunos italianos. 

Una vez conformado Pueblo Aguirre, los primeros negocios se van instalando en las calles principales: Almacenes de Ramos Generales, Panaderías, Fondas, los primeros Profesionales, las Tiendas. La inmigración con su crisol de hombres trae diferentes oficios y actividades para volcarlos en la nueva tierra, en el nuevo pueblo. 

De la década del 10 se recuerda la Tienda de la Familia Copello en la esquina de Belgrano y Monte Flores (hoy Mitre). De esta familia, Rómulo fue integrante de la Comisión fundadora del Rowing Club en 1918, y su primer Presidente. No se conoce la fecha en que cierra este negocio. Posteriormente en el lugar se instala el "Bar Rojo". 

De Siria y el Líbano llegaron inmigrantes que traían por tradición el oficio de "vendedores ambulantes". Todos buscaban una tierra de paz y progreso en América. A fines del siglo estos países envueltos en guerras religiosas y políticas produjeron una gran inmigración. Pueblo Aguirre recibió generosamente a muchos de ellos.

Martín Dib llegó de Siria, en 1913; tenía 16 años. Las minas de carbón de Córdoba le permitieron juntar unos pocos ahorros. Como la tradición árabe le apuntaba los invirtió en ropa y telas y los vendía en la calle o en el campo. Se instaló así en Rivadavia y Parmas (hoy 9 de Julio). Su esposa Emilia atendía la tienda y Martín salía al campo con sus atados de ropa, primero a pie, luego con una jardinera y finalmente con un sólido Overland cargado de sábanas, toallas, telas para vestidos y trabajo. Esa era la silueta que identificaba a don Martín por la calles de tierra y las chacras. No volvió a su tierra natal, pero no olvidó el idioma ni la música de sus ancestros. 

En 1972 fallece Don Martín, y por un tiempo siguió la tienda con Doña Emilia, hasta que cierra definitivamente.




San Martín y Victoria (hoy Irigoyen) - Principio de siglo 20 .
Tienda "La Toscana" (hoy Bar Gomez)


Aproximadamente en 1890 llega desde el Líbano don Antonio Bulleraich. Sólo; con la expectativa de esta tierra vasta y nueva para traer a su familia y arraigarse. Rosario le brindó la compañía de compatriotas y el ancestral oficio de vender telas; aunque provenía de una familia de alfareros. Volvió al Líbano por su familia y se radicó en Pueblo Aguirre en la calle Monte Flores casi esquina Moreno, aproximadamente en 1918. 

Don Antonio salía al campo con su jardinera, llevando los atados con telas y todo lo que pudieran necesitar chacareros y puesteros de estancia. Vadeando el Arroyo Pavón se internaba en campos y caminos. Pernoctaba en alguna chacra donde la hospitalidad en esos tiempos era costumbre. Lo acompañaba en ocasiones, su hijo Jorge. 

Jorge Bulleraich, compró luego la esquina de Parmas (hoy 9 de Julio) y San Martin, años después se reformó y se reconstruyó la casa de familia. 

Carlos Buleraich recuerda una anécdota de su padre que nos hace vivir parte de aquel tiempo. Muy joven, de 14 o 15 años, don Jorge empezó a salir solo con la jardinera; el oficio: vendedor ambulante. Una vez cruzando el Arroyo de Pavón se le atascó una de las ruedas. Vanos fueron los intentos para zafar de la situación. Una tropilla con arrieros se le acercó y don Jorge reconoció con temor a uno de los traperos. Cutiño se llamaba, fama de criollo bravo y pendenciero. Don Jorge se acurrucó aún más dentro de la jardinera, temiendo; hasta que una voz le preguntó: ¿qué te anda pasando turquito...? "Aquí me ve, se me atascó la jardinera". Cutiño llamó a uno de sus hombres y pudieron sacar la jardinera. Don Jorge no olvidó nunca ese gesto y supo reconocer la solidaridad de ese gaucho, que todos temían por su fama de cuchillero. 

A fines de 1920 don Antonio fallece y Jorge sigue con el oficio de su padre; en la clásica esquina de San Martín y Parmas (hoy 9 de Julio). A mediados del 30 el hogar de Jorge y Matilde completó la fisonomía de la esquina. Una casa elegante con la solidez de puertas talladas, la nobleza del bronce y rejas austeras, tarjeta visual de una mampara semicircular totalmente con Vitraux, nos muestra en su parte superior a San Jorge protegiendo la casa; imagen venerada en tantos hogares cristianos y maronitas libaneses. El molino de viento se observaba en el patio de la vieja casa, un elemento hoy extraño de encontrar en la vida de Arroyo Seco. 

Don Jorge Bulleraich fue una figura tradicional y emblemática en el comercio de Arroyo Seco, autodidacta, y un ávido lector. 

La tienda anexaba desde la ropa de trabajo hasta la tela más fina; la ropa blanca, el sombrero pituco o la modesta gorra vasca. La lona para cubrir el sol en galerías o en casas rurales. Nieto de Don Antonio, aquel Libanés que recaló en Pueblo Aguirre; e hijo de Jorge; Carlos Bulleraich siguió la tradición de esta esquina clásica en Arroyo Seco y en un Comercio con más de cien años en la familia: La Tienda.


Lugares de ayer, de hoy y de siempre. Y es así, como un nombre, una melodía, un aroma, un lugar o una esquina, pueden abrir las puertas de la memoria y convocado por cualquiera de estos detalles, el pasado inexorablemente vuelve, a veces de un modo casi mágico, para conectarnos con nuestros sentimientos de identidad y de pertenencia. 


Material consultado: Material de archivo-Programa "El Umbral". 

Agradecemos a: Familia Bulleraich y Lito Cianci.



* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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