24/05/14

La desaparición de Graciela Quiroga sigue siendo un rompecabezas

 

La semana pasada personal de la Agrupación Unidades Especiales viajó a Corrientes, de donde regresó con el celular de la docente, poco a poco se va conformando un perfil que puede aportar el motivo de su desaparición.

 

 

Mientras la investigación de la desaparición de la docente Graciela Quiroga avanza lentamente, comienza a dibujarse un perfil de la mujer que va agregando piezas a un rompecabezas cada vez más complejo. La imagen que va tomando forma es que Graciela se ausentó por decisión propia y trató de borrar o cortar todo tipo de contacto con su lugar de residencia y con su familia. Los datos que a cuentagotas van recogiendo los pesquisas prefiguran este panorama.

Y a la par que se sigue su pista, la que llega hasta la ciudad de Corrientes, comienza a descorrerse el velo sobre su vida privada, la que guardaba celosamente y en la cual se podría hallar la respuesta a una de las principales incógnitas: El motivo de su desaparición. Quienes la conocen aseguran que es una mujer "muy reservada" y que hacía de su soledad un credo. "Estoy sola porque quiero", repetía y podía reaccionar en forma airada si alguien se entrometía en su vida. Para sus sobrinas, Nadia y Jorgelina, es la tía amorosa que las visitaba con regalos o invitaciones a salir. Fue siempre un ejemplo de docente, pero algo empezó a cambiar en su interior.

 

Cambios

Quizá la muerte de su padre y luego de su hermano provocaron en ella un quiebre emocional. Dejó de asistir, a la Iglesia Bet-El (aproximadamente unos cuatro años atrás). "Fue una lástima porque le hacía bien", comentó Jorgelina, su sobrina.
Poco a poco comenzó a perder interés por su trabajo y sus ausencias en la escuela eran cada vez más constantes. Los balances del establecimiento se tornaron desprolijos y se hallaron cheques destinados al pago de proveedores que se vencieron olvidados en los cajones.

Tuvo también un distanciamiento con la vicedirectora Claudia Turci, en ocasiones le enviaba mensajes a través de remiseros que utilizaba como cadetes. Por un tiempo mantuvo una relación estrecha con su cuñada, que vive casi junto a su casa, con quien viajaba regularmente al Casino de Rosario y a quien pedía dinero prestado cuando las pérdidas por juego la acosaban. Cuando su cuñada, preocupada por esta compulsión, le dijo que no la iba a acompañar más, dejó de hablarle. Esta mujer obtiene sus ingresos cuidando niños y no estaba en condiciones de satisfacer los pedidos de préstamos.

 

Una casa abandonada

Tras su desaparición, cuando la Policía allanó su casa, encontró una vivienda que daba el aspecto de abandonada: sucia, con alimentos vencidos en la heladera y restos de comidas rápidas y bebida en diversos ambientes. La respuesta llegó poco después: Graciela ya no vivía en su casa sino en la de una amiga de Pavón y sólo regresaba ocasionalmente para cambiar su ropa. Ese fue otro detalle que llamó la atención el amplio guardarropa. Más tarde los resúmenes de las tarjetas de crédito revelarían que Graciela gastaba grandes sumas en ropa y peluquería. Nadie la cuestiona por ello dado que es una mujer sola, que no tiene que rendirles cuentas a nadie, reservada y absolutamente independiente, capaz de tomar decisiones intempestivas como la de viajar a Mar del Plata, a mediados de febrero. Aunque en realidad el destino fue casual, aparentemente se presentó en la agencia de viajes y preguntó cuál era el tour más inmediato y resultó ser el de la costa atlántica.

 

La decisión

Allí en Mar del Plata, según lo informado por personal del hotel donde se alojó, siempre se la vio sola, nunca salía con el resto del contingente y hablaba bastante por teléfono. Por razones que se desconocen, en esa estadía habría terminado de definir su decisión de ausentarse. Un detalle parece indicar esta posibilidad: En una llamada telefónica desde un fijo le dijo a su sobrina Nadia que su celular se le había caído al agua y lo estaba secando con el secador de pelo.  Por una circunstancia fortuita y ajena a lo que se presume previsto por Graciela ese celular permitió seguir su rastro hasta Corrientes.

A partir de las investigaciones realizadas por la Agrupación Unidades Especiales y la Fiscalía villense, se agregan piezas al rompecabezas y, a la vez, se ahonda el misterio de la presunta actitud de Graciela. 

Ésta regresó de Mar del Plata el domingo 23 de febrero en un ómnibus de la empresa Lagassa. Debía descender en Villa Constitución pero decidió seguir hasta la terminal de Rosario, donde arribó alrededor de las 20. Minutos después tomó otro colectivo hacia la ciudad de Corrientes, el nombre y documento quedaron asentados en la boletería como así también que el asiento contiguo estaba desocupado.

 

En Corrientes

Por razones que también se desconocen el celular de Graciela terminó en una bolsa de basura en la misma terminal, aunque los investigadores sospechan que fue la propia Graciela quien lo descartó y cortó así todo contacto. Si fue así, hubo un detalle inesperado que alteró su plan: los recolectores de residuos estaban de paro y el teléfono en lugar de terminar en el basural fue a dar a un predio donde la Municipalidad dispuso que se depositaran los residuos hasta el final del conflicto, para ello se contrataron camiones que cumplieron con esa labor.

Cuando los residuos fueron depositados en ese predio, se encontraba en el lugar un humilde ladrillero que había llevado a pastar a los caballos del pisadero. Sorprendido al ver que los camiones descargaban las bolsas de basura, lo tomó casi como un regalo, y se aprestó a cirujear. Fue así como halló una bolsa de nylon transparente que guardaba en su interior restos de paquetes de galletitas y un celular Samsung, aunque es difícil que apreciara la marca ya que es analfabeto. Lo llevó a su casa, y su esposa, que estudio hasta 6º grado comenzó a utilizarlo.

 

El teléfono

Cuando la mujer encendió el celular el Facebook de Graciela estaba abierto y fue así como en nuestra ciudad algunos de sus amigos se sorprendieron al ver actividad en la red social a nombre de la docente desaparecida. Esta historia fue corroborada por el personal de la Agrupación Unidades Especiales de nuestra ciudad que la semana pasada viajó a Corrientes y se entrevistó con el ladrillero y su familia. También constató que el aparato no presentaba rastros de haber caído alguna vez al agua; acto seguido lo secuestraron y fue entregado a la Fiscalía de nuestra ciudad. Se espera que la semana próxima estén disponibles los resultados de los peritajes.

 

Otro colectivo

De Corrientes los pesquisas trajeron otro dato que sigue aportando incógnitas al misterio del caso. La empresa Flecha Bus tiene el registro que una mujer con el mismo número de documento de Quiroga, pero que dijo llamarse Graciela González, abordó un micro en la fecha que la docente llegó a la terminal correntina. Hasta el cierre de nuestra edición los investigadores esperaban que Flecha Bus, que a la vez tiene otras firmas subsidiarias, detallara el destino de esa pasajera. Algunos especulan que puede ser Paraguay, otros que en realidad volvió a Rosario. Por ahora sobran las especulaciones y las incógnitas, pero faltan las certezas.


Fuente: Diario El Sur

 

 

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