10/11/14

Liberaron a un recluso de la subcomisaría de V. G. Gálvez

 

Entraron por los fondos y encañonaron a un cabo de cuarto de la subomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez que estaba custodiando a los reclusos

 

 

"Quedate quieto o te quemamos. Dame las llaves" fue la orden que escuchó el policía que el sábado a la noche estaba a cargo del penal de la subomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez.
Los dos hombres que irrumpieron en la dependencia policial por la parte trasera actuaron con rapidez: le apoyaron el caño de un arma de fuego en la cabeza al uniformado, recogieron las llaves de los calabozos y liberaron a un detenido. 

Luego ganaron la calle y se esfumaron con el preso en dos motos en las que habían llegado.

El suceso ocurrió cerca de las 23 del sábado en la subcomisaría 26ª  de Villa Gobernador Gálvez, quien esta bordeada por un racimo de casillas de chapa y cinc levantadas sobre una serie de descampados.

El hecho  ocurrió cuando dos presos estaban utilizando la cocina contigua al penal. Según el vocero consultado realizaban esa tarea con la autorización de la guardia y mientras sus movimientos eran vigilados por el cabo de cuarto, quien estaba a cargo de la custodia de los reclusos, desde una ventana externa a la cocina. Mientras tanto los otros tres empleados policiales que constituían el turno de servicio estaban en la guardia, en la parte delantera de la seccional.

Al parecer, ninguno de los efectivos se percató de los pasos de los dos hombres que aparecieron por la parte trasera de la comisaría luego de descolgarse por una pared. Cuando los intrusos estuvieron frente al cabo de cuarto no dudaron: lo encañonaron y lanzaron una intimidación inquietante.

"Quedate quieto o te quemamos. Dame las llaves", voceó uno de los intrusos mientras le apoyaba el caño de un arma de fuego en la cabeza al cabo de cuarto, que al parecer entregó las llaves sin resistirse. 

En el paso siguiente los dos hombres se encaminaron hacia el penal para concretar su cometido: liberar a uno de los presos. Sin obstáculos a la vista, los intrusos ingresaron a las celdas y se llevaron a Abel Fernández, un recluso de 53 años que estaba detenido desde hacía un tiempo en esa seccional acusado por un hecho de robo calificado, imputado de los delitos de privación ilegítima de la libertad y tenencia ilegal de arma de fuego.

Lo concreto es que Fernández y los dos hombres que lo rescataron se marcharon por la parte trasera de la comisaría sin que el escape haya sido advertido por nadie. Según se supo, el recluso y quienes lo liberaron desaparecieron en dos motos.

 Ayer a la tarde la fiscalía indicó que los efectivos de Asuntos Internos habían recibido la directiva de "tomar declaración" a los policías que estaban cuando ocurrió el insólito suceso y a los reclusos. También agentes de la Policía Científica debían recoger rastros en el penal.

El vocero judicial consultado aclaró que la investigación todavía es preliminar, pero, sin embargo, señaló que la versión del suceso del jefe de la subcomisaría 26ª —el comisario Leonardo Barrera— es "diferente" a la brindada por el cabo de cuarto. "El comisario no estaba en la seccional cuando ocurrió el hecho y contó lo que le dijeron", indicó la fuente.

En rigor, la investigación de Asuntos Internos y del fiscal Rodrigo apunta a establecer si hubo "complicidad" de algún uniformado para permitir la insólita liberación de Fernández.

 

 

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