29/11/14

El "berretín" de las cosas idas... Los carnavales de antaño (1ª parte)

 

 

 

Estamos plenamente convencidos que la publicación de nuestras notas, que hace ya unos años venimos realizando en esta columna, no sería posible concretarlas, sin la predisposición de muchos, que gustan compartir de tales evocaciones. El aporte de material y la colaboración recibida, han posibilitado así la continuidad de nuestro propósito; permitendo de esa manera; revivir recuerdos, nostalgias, y pedazos de historia de nuestra patria chica.

Tiene Arroyo Seco, una larga trayectoria, en lo que a reuniones sociales se refiere. A través de los años se han ido creando espacios destinados para que el público tenga acceso a pistas bailables, lugares propicios para divertirse al compás de orquestas, o selecciones musicales de las más variadas. Escenarios en Salones o en Instalaciones al aire libre, dieron cita a espectáculos de lo más destacados en su época. Esto hizo posible, a que los mismos acapararan una cantidad importante de gente del Pueblo y de localidades aledañas.

Fueron las instituciones locales, por lo general, las encargadas de organizar esta concentración de público. Diversos acontecimientos festivos, dieron motivo, para que estas reuniones tuvieran el éxito que lograron obtener.

Lo más remoto que podemos rescatar, y tal vez, lo hubo antes también, fueron las fiestas en el Salón Social de la Sociedad Italiana, de calle Belgrano, y los bailes de gala en el Salón del Club Progreso.

Nos dedicaremos entonces, en este número y tal vez en otros, a recordar algunas inolvidables celebraciones, espectáculos y festejos que ocuparon un espacio importante en la vida de Arroyo Seco.


 


Daremos comienzo a este relato, rescatando del ayer, los "Sensacionales Corsos" que sobre San Martín, con su calle de tierra, y desde los años 20, organizaba la Comuna. Es importante recordar estas lejanas fiestas que en Pueblo Aguirre llenaron de vida a grandes y chicos, procurando que el tiempo no las deje caer en el olvido.

Un dato pintoresto, fue enterarse que los palcos se armaban al costado de la calzada y sobre las zanjas. Los mismos eran ocupados por las Autoridades, la Comisión de los Corsos y la Banda de Música, que en esos primeros años, seguramente estaría a cargo de don Pedro Mazziotta. Completaban además este lugar, las familias, que podían, desde allí presenciar y participar de todo el espectáculo. A lo largo de las cuatro cuadras de Corso, se habían plantado postes con guirnaldas de luces. Hubo una vez, más precisamente en 1924, en el que decidieron realizarlo, ese año, alrededor de la Plaza 9 de Julio.

En la esquina frente a la Sociedad Italiana (hoy Familia Sodini), estaba la tienda de don Nicolás Colacray, "TIENDA TIRA FUERTE Y NO SE ROMPE", como estaba escrito en su fachada. Era un típico comercio de tienda, mercería y artículos de cotillón, que exhibía colgados en los ganchos de su frente, junto a sus más preciadas telas. El fuerte para el Señor Colacray, eran las fiestas de carnaval.

Tenía un surtido completo de caretas, mascarones, prendas de pierrot, colombinas y payasos, que alquilaba a los que se disfrazaban. Al promediar la tarde, siempre hacía explotar unas bombas de estruendo con luces de colores para atraer al público comprador, a quienes atendía por lo general con una careta puesta, para dar según él, un tono mas acentuado a las fiestas carnestolendas.


 


Mediante la colocación de grandes PROGRAMAS, como el que recreamos en el centro de página, la Comisión de Fomento de Arroyo Seco auspiciaba y promovía LOS GRANDES CORSOS Y BAILES POPULARES, invitando al Pueblo en general a los festejos del "REY MOMO".

Estas carnestolendas se realizaron hasta principios del 30, cuando debieron suspenderse por la crisis de esos años. En 1936, regresan nuevamente, y a partir de los 40, son los clubes locales, los que continuarían participando de estos festivales.

El producido de la ganancia, por venta de entradas, o alquiler de quioscos, tenía como destino el mantenimiento del Bvard. San Martín, donde se fueron haciendo obras como; colocacion de juegos para niños, barandas, macetones con palmeras, y otras mejoras del lugar.

El entusiasmo era frenético en aquellas noches. Comparsas, máscaras sueltas, carros alegóricos, coches repletos de mascaritas chispeantes y bullangueras.Todo el mundo se divertía en el Corso. El bullicio crecía y por momentos,se hacía ensordecedor con la música y los cantos. Las cornetas que sorprendían con variados sonidos a los oídos desprevenidos. Las ruidosas matracas,los tambores improvisados con tachos, el agua perfumada de la época, marca "Bella porteña" y "Niágara". 

El cascabelleo de los caballos y de los carruajes. Confundido en el hetereogéneo desfile, y en vehículos descapotados; damas y caballeros saludaban con sana alegría, arrojando serpentinas. A la hora doce, una bomba anunciaba la terminación del corso. El público eufórico, pedía una hora más.


 


Al finalizar, y como broche de oro, la gente se dirigía hacia el Salón Social de la Sociedad Italiana, sobre calle Belgrano. Las puertas aguardaban el ingreso de mayores y jóvenes que continuarían, la gran fiesta del "Baile de Carnaval". ¡Ah...los Bailes de aquella época...! Los Bailes del Rey Momo, con caretas y disfraces extravagantes, que tenían el atractivo del misterio. Las mezclas más raras se veían en cada pareja de baile. Así era el carnaval, en la Sociedad Italiana, con lluvia de serpentinas que caían desde el alto de los palcos.

Ya de madrugada, se recuerda la imagen de Don José Settecase y su ayudante, en repetidos viajes, sacar del salón, "montañas de papel picado y serpentinas", que se habían arrojado la noche anterior.


La fiesta del Carnaval, que hizo furor en épocas pasadas, en el País y en nuestro Pueblo, se fué perdiendo con el correr de los años. Otras costumbres, otras diversiones, dejaron atrás tan bellos recuerdos. A través de este "berretín", hemos intentado revivir la magia de sus corsos, y la forma tan particular de festejarlos, sabiendo que metafóricamente "Aquel carnaval murió, con la última
serpentina de la noche".


Colaboración Especial de: Lito Cianci

Agradecimiento: Roberto De Giácomo

Material Consultado: Material de Archivo. Revista "Mundo Argentino- año 1937". Pinceladas de recuerdos.


* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS.



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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