11/04/15

Acuerdo para construir el tercer carril en la autopista a Santa Fe

 

Es una millonaria obra de infraestructura que además de cambiar la fisonomía de la conexión sumará capacidad de transporte a Santa Fe. Reproducimos lo publicado por punto biz

 

 

El gobierno provincial acordó la construcción del tercer carril de la autopista Rosario Santa Fe con ARSA, la concesionaria de la conexión vial, una obra que disparará una inversión de 750 millones de pesos.

Según pudo saber punto biz de fuentes que participaron de la negociación, el entendimiento se terminó de sellar en las últimas horas y pronto se verán los primeros carteles avisando el inicio de la obra. Y aprovechando la campaña electoral, llegará el  gran anuncio del gobierno provincial. En principio, el plazo de la obra es de 3 años, pero si no hay retrasos en los pagos (son fondos públicos) hasta se puede llegar a completar antes.

La inversión es tan grande y estructural que va a cambiar toda la fisonomía de la autopista (el carril a sumar es sobre la margen del rápido), pero también es una obra de infraestructura trascendental para la producción porque sumará capacidad de transporte. Y para el tránsito vehicular la deja preparada para las proyecciones de aumento del flujo de tránsito entre las dos principales ciudades de la provincia.

SI bien la obra avanzará por tramos, de a 2 o 3 kilómetros según el caso, no está -al menos en principio- previsto que  haya inauguraciones parciales de los tramos, como pasó en la Circunvalación de Rosario, por razones de seguridad.

La obra también significa un buen negocio para ARSA ya que la concesión cierra desde el punto de vista financiero cuándo el gobierno les encara obras grandes. En efecto, luego de que el gobierno de Hermes Binner corriera de la concesión a Supercemento (del grupo Eskenazi), quedó -licitación de por medio- en manos de un conglomerado de las principales constructoras de Santa Fe, usuales contratistas de obra pública provincial.

Pero el negocio, si bien es emblemático, no era fácil. Cuando tomaron la administración, se encontraron con que Supercemento tenía a la autopista totalmente descuidada por lo que necesitaba un shock de obras. Además, se trata de una conexión sin subsidios nacionales y con un promedio de cabinas por km recorrido por encima del  viable (habida cuenta el costo laboral), y con muchos jefes comunales pidiendo su propio acceso.  Y como si fuera poco, el gobierno provincial no mantenía el ritmo de actualización  peaje de dos veces al año (más precisamente, del rubro dentro del peaje que significaba más ingreso a la firma) por lo que al principio sólo había fondos para hacer obras de mantenimiento y mejora en la autopista. 

Recién cuando el gobierno le encargó la obra del nuevo acceso a San Lorenzo a ARSA, los números empezaron a cerrar. Es que, precisamente, para la empresa el negocio de administrar tiene sentido sí, en paralelo, se hacen obras importantes con fondos  públicos. El tema en que, luego de varias capitalizaciones de los socios y cambio de gerentes, del grupo inicial poco queda y hoy el capital de SA está en un 41% en Laromet, un 31% lo tiene Rovial y el resto en manos de la porteña Vial Agro.


Fuente: Punto biz


 

 

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