Para ello, de nuestra documentación; hemos extraído fragmentos de la disertación que efectuara el Presidente de la Comisión de Historia de Rosario, Wladimir Mikielievich, en la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia de nuestra Ciudad; el 7 de Julio de 1976.
Así decía el destacado historiador en aquella oportunidad:
"Con posterioridad a 1830, cesa la prestación de los Servicio de Correos y por supuesto de las Postas. La mayor parte aparecen abandonadas, convertidas en taperas. Así sucede con las existentes a lo largo de los caminos que salen de Rosario, rumbo a Buenos Aires, a Córdoba, a Santa Fé.
A continuación de la Batalla de Caseros se organizan y entran en actividad las empresas de diligencias, mensajerías o galeras, vehículos estos de cuatro ruedas destinados al transporte de pasajeros. El nombre de diligencia se aplica por la rapidez con que se hacen los recorridos.
Así, los vehículos de las Mensajerías Nacionales Iniciadoras, que sirven la línea de Rosario a Buenos Aires, recorren el camino de Monte Flores, y lo mismo hacen las galeras que unen Rosario con San Nicolás y Pergamino. El auge de las Mensajerías coincidió
con la aparición de los Ferrocarriles.
Paulatinamente decreció la actividad del transporte de cargas y pasajeros arrastrado por animales, a medida que se extendían las líneas férreas; como sucediera anteriormente con los chasquis a caballo encargados de conducir la correspondencia, que desaparecían conforme se habilitaban los servicios de diligencia".
Decíamos en la primera parte que el despacho telegráfico de la Oficina local lo recibía la Casa Central Rosario, y de allí se derivaba al resto del país. Las líneas telegráficas, requerían de una permanente atención a todo lo largo de su tendido.
Para ello, el Correo disponía de especialistas en esa tarea. A dicho personal se los denominaba Guardahilos.
Carlos P. Nani, fue uno de ellos. Recuerda su inicio en Arroyo Seco, cuando en 1951 ingresa a la sucursal local para cubrir una vacante de don José Reitano. Sería entonces nuestro pueblo, el lugar que eligió para vivir junto a su familia. En ese tiempo la Sucursal se encontraba en Lisandro de la Torre e Independencia, y el puesto de Jefe estaba a cargo de don José Federico
Zabala.
La labor, consistía en hacer el mantenimiento de los postes y de los alambres desnudos. Es decir, de todo lo concerniente a las líneas telegráficas. Este trabajo contaba con la experiencia que había adquirido en otros lugares al servicio de grandes empresas de Correos.
El traslado lo hacía en moto, pero a veces cuando debía atravesar caminos de tierra, recurría al caballo o al sulky. Se trataba de un trabajo duro y para el que no se disponía de suficientes herramientas adecuadas.
En sus años de guardahilos, Nani tuvo a Juan A. Córdoba como compañero de tareas en los primeros tiempos. El otro colega con quien compartió muchos años de trabajo fue José Murcillo, llegando a entablar una gran amistad a nivel familiar, que aún perdura.
Los daños que se producían en la línea, eran generalmente ocasionados por las descargas eléctricas. En otros casos eran las tormentas, las que desprendían las ramas de las plantaciones laterales a la línea telegráfica. Se debía entonces trepar hasta la cima de los postes, para reparar estos inconvenientes.
El 11 de Setiembre de 1967, un tornado castigó duramente a Arroyo Seco y su zona. Los postes de la línea telegráfica quedaron esparcidos sobre la Ex Ruta 9.
El recorrido se hacía controlando la línea por el lado Sur hasta el Puente del Arroyo Pavón y por el Norte hasta Villa G. Gálvez.
El telégrafo sistema Morse se utilizó hasta fines de los 70, luego fue desapareciendo; y también como lógica consecuencia desaparecería el puesto de guardahilos. Un nuevo sistema de teletipo mediante una máquina llamada Sytram, fue reemplazando al viejo telégrafo.
La gente del Correo de nuestra localidad, organizaba los 14 de Setiembre de cada año, encuentros futbolísticos amistosos. En alguna oportunidad lo hacían en la vecina Villa Tranquila y otras veces en el Club Talleres. El tradicional festejo que finalizaba siempre con el clásico asadito, se repitió durante mucho tiempo entre los compañeros de trabajo.
La fecha tenía su origen en un 14 de Setiembre de 1771, cuando la historia se encargó de elegir en Buenos Aires al primer cartero: Bruno Ramírez , fijándose entonces esa fecha como el "Día del Cartero".
El medio de movilidad para el reparto de la correspondencia, eran generalmente las bicicletas, con el típico canasto de mimbre. Sin embargo hubo tiempos, en que los Carteros acostumbraban a hacerlo de a pié.
El andén de la Estación Arroyo Seco, recibía diariamente al personal del Correo que aguardaba la llegada de los trenes para despachar y recibir los sacos y las encomiendas. Un tren arribaba en horas de la mañana, y otro lo hacía por la tarde. El destino era Buenos Aires o Rosario.
También se recuerda al tren rápido que se detenía a las 4 de la mañana con la misma finalidad. Disponían de un vagón especial como oficina postal con un empleado perteneciente al Correo y cuya tarea consistía en clasificar la correspondencia dirigida a diferentes destinos del país. Otros medios que reemplazaban al del Ferrocarril, eran los Ómnibus o vehículos particulares
contratados.
La oficina de Arroyo Seco era núcleo de las Estafetas postales de las localidades de Fighiera y Gral. Lagos.
El simbólico Buzón, hoy está ausente de las esquinas. Quizás , olvidado en alguna de ellas, aún permanezca como fiel testigo de otra época. Hagamos imaginariamente una trayectoria para evocar, los de Independencia y San Nicolás (Reitano); Independencia e H.Irigoyen (Porrini); Independencia y Juan B. Justo (Pensato); Belgrano y L. De la Torre (Lupo); Sarmiento y San Martín (De Rienzo); y Solís y 9 de Julio (enfrente Costantini). En la esquina de Mitre y San Martín se hallaba ubicado un pintoresco Buzón de pié (Casa Pascual).
La Caja Nacional de Ahorro Postal, fue fundada en 1915, con el objeto de incentivar el ahorro entre los argentinos. Las sucursales de Correos, tenían a su cargo la tarea administrativa. Hubo un tiempo en que existió un sistema de ahorro en las Escuelas a través del Correo.
Todo ha sido parte de otra forma de concebir la Vida, en la que el tiempo andaba despacio; y en el que esas cartas escritas de puño y letra, tan cercanas y cálidas, contenían parte de uno mismo en cada palabra. Porque eran un mensaje vivo en manos de quien las recibía, y porque valía la pena esta simple cruzada que nos dejaba los dedos manchados de tinta, intentando poner a salvo a la familia y a su pequeño mundo cotidiano, hoy quizás un tanto olvidado.
Material Consultado: Material de archivo, Disertación de W.Mikielevich, Historia de A.Seco de A. Giúntoli, Reseña Histórica. Programa " El Umbral".
Agradecemos a: Dante Reitano, Carlos P. Nani, Leonardo Rezia, Marcelo Dianda, Ariel Pajares, Raúl Nofri, Miguel Dilonardo, José Murcillo, Lito Cianci, Canal 2.
* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS.
