22/09/15
El "berretín" de las cosas idas... Octavio Barbero 2ª parte
Hoy continuaremos hablando sobre Octavio Barbero, que en los años veinte; estuvo radicado en nuestro querido pueblo
Como decíamos al comienzo de la primen parte, hacía tiempo que tratábamos de obtener datos o encontrar personas que nos proporcionaran información sobre un Músico muy notable que en los años veinte estuvo radicado en Arroyo Seco.
Su nombre es recordado por los amantes de la música, y entre sus composiciones se encuentra el Vals "Francia", obra que recorrió el mundo. También se sabía que falleció un 21 de Abril de 1924, y que sus restos descansan en el Cementerio de nuestra Ciudad.
Continuaremos entonces evocando a este músico, profesor de piano y compositor de renombre; que vivió hace tantos años entre los nuestros:
OCTAVIO BARBERO
Entre sus Obras; el VALS "FRANCIA" grabado por grandes intérpretes de la talla de Francisco Canaro, Juan DArienzo, Ariel Ramírez, Afilio Stampone, René Cospito, Donato Raciatti, y orquestas francesas.
Segunda Parte
Comentábamos en el número anterior que el nombre de Octavio Barbero, inmigrante Italiano de la región del Piamonte; no había tenido la suficiente difusión local para alguien de su fama, siendo que había vivido y fallecido en Arroyo Seco.
Destacábamos además en la primera parte, lo importante que había sido relacionarnos con uno de sus nietos, Humberto Panero, por la ayuda que nos ha prestado, pudiendo así recoger datos que permitieron humildemente realizar esta nota. También un detalle digno de reiterar, es la pasión que siente nuestro colaborador por la música en todos sus géneros. Pasión que no tenemos duda alguna ha heredado de su abuelo. En su relato, evoca los recuerdos que le dejara su madre; María Sara Barbero, hija del compositor; nacida en 1902. Recordamos que el Vals "Francia", don Octavio lo compuso en 1904.
En 1909, María Sara tenía solamente 7 años cuando muere su madre. Su padre Octavio decide dejar a su hija al cuidado de la abuela materna, y luego al fallecer esta, una tía se hace cargo de ella. Ambas se encontraban radicadas en la ciudad de Mar del Plata. Frente a este duro golpe del destino, Octavio viaja y se afinca en Morteros, provincia de Córdoba, donde vive unos años, ejerciendo su profesión.
De su permanencia en esta localidad, conoce a quien sería su nueva compañera. De esa relación nace su hijo Carlos Barbero. Había transcurrido el tiempo, y Octavio decide regresar a Rosario, alojándose en un departamento de calle Pellegrini 1630; donde continúa con su profesión atendiendo a los alumnos de su Conservatorio. Es interesante hacer notar que hasta la actualidad ese viejo edificio aún se conserva.
Mientras tanto, su hija, regresa también a Rosario para vivir junto a su padre. A poca distancia de este lugar, es decir en Pellegrini y Corrientes, funcionaba el Cine "Sol de Mayo". Sabemos que hasta fines del 20 el cine era mudo.
Octavio Barbero, como era costumbre en esos tiempos, amenizaba las funciones ejecutando el piano en dicha sala. Esto nos recuerda que aquí también, en el Cine "Sociedad Italiana" de Arroyo Seco; y en esa misma época, Don José Settecasse contrataba al profesor Emilio Rinaldi, según nos relata en uno de nuestros "berretines", Anita Settecase, su hija.
Cuando la atención de sus alumnos en el Conservatorio de Pellegrini 1630 no le daban el tiempo necesario a don Octavio, para llegar a horario al "Sol de Mayo", en su lugar lo hacía su hija María Sara, reemplazando a su querido padre, ya que a su lado había recibido las consabidas lecciones, aprendiendo a ejecutar el piano y el violín.
Corría el año 1922, María Sara, tenía 20 años y contrae matrimonio con Domingo Panero. Junto a su esposo y a su padre Octavio Barbero, deciden mudarse para vivir en la localidad de Arroyo Seco.
Nuestro informante Humberto, nos dice que su madre le contaba que en los años que vivieron en este pueblo tenían instalado un comercio, pero no recuerda el lugar donde funcionaba. El ramo, muy posiblemente se tratara de una Fábrica de Colchones, y teniendo en cuenta que el padre de Domingo con sus hijos, eran propietarios en Rosario de un establecimiento dedicado a la fabricación de Colchones de lana, oficio hoy desaparecido, pero que en aquellos años era de una intensa actividad, sobre todo en las zonas rurales, que se hallaban pobladas de colonos inmigrantes.
Carlos Pesce, el genial escritor de innumerables éxitos de nuestra música ciudadana como; "El esquinazo", "El PorteRito", "Hotel Victoria", "El penado catorce", "hasta brava", "La que nunca tuvo novio "y "No me beses", entre tantos; sería quien le pondría la letra al Vals "Francia"; cuyo compositor, Octavio Barbero creara en 1904.
Cuando leemos en Pinceladas de Recuerdos, a Francisco Pastinante y su "Historia de Amor", hablándonos de "La Colombina" y Antonio Mofa, nos detenemos especialmente en ese fragmento que dice:
"De noche,"La Colombina" y Antonio Moffa, salían rumbo a los viejos boliches de la zona, vestidos con lo mejor que tenían. El con un mandolín debajo del brazo y ella con una pequeña canasta de mimbre con dos tapas y dos asas. Siempre eran bien recibidos en aquellos "almacenes con despachos de bebidas". Los parroquianos bien dispuestos se aprestaban a escuchar el mandolín de Moffa y la voz de "La Colombina", que ofrecían su recital. Entre las canciones, recuerdo el Vals "Francia" que ejecutaban con especial gusto, "Vals" de notable popularidad conocido en todos lados."
El 21 de Abril de 1924, Octavio Barbero, fallece en Arroyo Seco, y sus restos yacen desde entonces en el Cementerio San Roque de nuestra Ciudad. Su hija María Sara, continuó viviendo un tiempo en nuestro pueblo, junto a su esposo y a sus primeros hijos, los que fueron seis. Más tarde, el grupo familiar deja Arroyo Seco para afincarse en Rosario.
En cuanto a Carlos Barbero, el otro hijo de Octavio, viaja desde Morteros a Rosario para reunirse y vivir con sus familiares. Tiempo más tarde se casa y fue padre de dos hijas.
No sabemos el sitio donde don Octavio Barbero, estuvo viviendo junto a su familia en aquel distante Pueblo Aguirre. Lo imaginamos bohemio, soñador y nostálgico, recorriendo aquellas calles de tierra, del farol en cada esquina que alumbraba por las noches con su luz mortecina.
De un Arroyo Seco tan lejano, tan distinto, que a través de estos "berretines" intentamos evocar, en una franca búsqueda de nuestras raíces, para abrevar de ellas la savia, la esencia y la historia misma, del terruño que nos vió nacer.
Material consultado: Material de archivo.
Colaboración especial: Humberto Panero.
Agradecemos a: Ricardo Vitarelli, Domingo De Rienzo, Lito Cianci, Juan Logriecco.
* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS.