12/10/15

El "berretín" de las cosas idas... Los taximetristas

JUAN QUADRINI con amigos: Américo Yasogna, Gorito Di Agostino, Ramón López y Elvio Bobalini.

 

 

 

Mediante la narración de una breve historia, comentábamos en el pasado mes cómo se produjeron los primeros transportes de personas en nuestro pueblo, siendo verdaderos pioneros en la prestación de un servicio público. Nos referíamos entonces a los coches de caballo, que comenzaron en la Estación de Trenes llevando pasajeros, particularmente a inmigrantes que arribaban al recién formado Pueblo.

Finalizábamos dicha entrega diciendo, que con los nuevos inventos; la actividad de los Carruajes comenzó a desaparecer,
dando lugar al comienzo de una nueva era; la del Automóvil.


AUTOMÓVILES DE ALQUILER 

LOS TAXIMETRISTAS


Surgido de nuestra investigación, nos consta que Ramón Moreyra, estuvo entre los primeros propietarios de automóviles de alquiler. Vivió por los años 30 al lado de la esquina del Almacén de Romanini, en San Martín y L. de la Torre, sobre esta última arteria. Fue propietario de uno de los primeros Colectivos; un Chevrolet con el que se iniciaron los viajes por carretera a Rosario.


 


Boleto $ 0.75 de ida y $ 1.25 ida y vuelta. Su parada fue durante años, la de San Martín y 9 de Julio en el acceso a la Estación. En sus últimos tiempos estacionaba en la Playa (Shell) de Ceturini.

Se lo recuerda primero con un Isotta Fraschini 1929 y después un Dodge 1932, siempre limpios y brillosos. En los momentos libres atendía el cuidado y lustrado de su automóvil, al que había que ascender con temor de arrugar el tapizado.

Don Ramón era un criollo muy educado y formal en su trato con el pasajero. El celo y la dedicación que ponía por atender a su
automóvil, pasó a ser parte del anecdotario Arroyense. Todavía hay quienes al ver a un conocido lustrando el auto; le acostumbran decir; " me hacés acordar a Moreyra".

Otros taxistas se fueron agregando con sus automóviles de marcas y modelos que hoy serían verdaderas joyas; Vicente Acurso con su Ford 38; Juan Incicco y su Chevrolet 37.

Cayetano Barbagallo y su Taxi Ford A 31 estaba siempre presente en los festejos de pueblos vecinos, tales como Albarellos, Bogado, Fighiera, Uranga, Villa Amelia y los concurridos bailes organizados en parajes de campo. Las maestras que tanto tiempo viajaron con Barbagallo, sabían que ni la lluvia ni el barro, impedirían que el Ford A llegara a la escuelita de campo. Con el tiempo adquirió otro Ford A y comenzó con "alquiler de autos sin chofer", hoy en día tan de actualidad en las grandes ciudades del mundo.

Otros nombres en la larga lista: Domingo Dolce, Tito Pereyra, Gilio Tondo, Vicente Tondo, Gino Mariani, Alfredo Pasqualini, Julio Terré, Angel Ascierto, Adolfo Coroso, Antonio Toloza.





Promediando los años 50, se forma el Sindicato de Taximetristas de Arroyo Seco. Del material que consultamos, podemos afirmar que la finalidad de la Asociación era la de reglamentar las tareas del gremio; y de fijar las tarifas de viajes a distintas zonas del pueblo y las de otras localidades y ciudades.

Se establecían además, los Servicios para Casamientos, ya sea por Iglesia o por Civil y los Bautismos.

Los acompañamientos fúnebres a particulares y los contratados por las Cocherías, estaban estipulados en la lista de precios. No estaban obligados a trabajar en caminos barrosos. Condición que se dejaba especialmente aclarada, teniendo en cuenta que la mayoría de las calles y caminos eran de tierra.

Una vez aprobadas por la Asamblea, las tarifas se presentaban a la Comisión de Fomento de ese entonces a fin de que se acuerde
su aceptación.

Entre quienes ocuparon la presidencia del Sindicato sabemos que en alguna oportunidad la ejerció Juan Quadrini, y también Sebastián Scollo (Cholo). En cuanto a la Secretaría, nos consta que Mario Concetti fue uno de los que se desempeñó en dicho cargo.

En el listado de lugares y sus respectivos precios acordados, aparecen los clásicos viajes que tenían como destino el Cementerio, el Arroyo Pavón, el Rowing Club, el Matadero, la Estancia de Echesortu, el Puerto local, "El Ombú", los Almacenes de "La Lata", el de "La Vuelta", el de "Pollacchi"; Montiel, la Escuela de Bartolo, "La Carolina" y tantos otros sitios que tal vez ya no existan.

Al evocar estos nombres, en especial el de los emblemáticos parajes rurales, compuestos por pequeñas comunidades de campesinos, con sus almacenes, con su escuelita, y los inolvidables bailes populares que allí se hacían; es imposible evitar la nostalgia al recordarlos.

Pertenecen a tiempos idos; y actualmente se encuentran convertidos en grandes extensiones que barrieron con tantos recuerdos y tantas anécdotas; sin que nada haya quedado de todo eso. Solamente; "entrañables historias para recordar".

Ernesto López, con sus lúcidos 88 años nos cuenta como fueron sus inicios en el oficio de Taximetrista. En la década del 50, siendo propietario de un Ford mod. 1936 preparado y en excelente estado, es de destacar que un amigo le ofrece llevar en gira a un popular músico y su orquesta típica. Se trataba nada menos que de Enzo Valentino, intérprete de un nutrido repertorio, entre sus canciones "Quemá esas cartas" y "La pulpera de Santa Lucía". La gira duró dos meses, tiempo en que entabló una amistad con el cantor perdurando por años y hasta la actualidad.


Los que solíamos frecuentar la esquina del Café de Gómez, en aquellos años en que el Taxi se encontraba en su plenitud, recordamos a José (Pelo) Ceraldi; Juan Incicco; Pedro Zarzetti; Alfonso Zarzetti; Juan Quadrini y otros que pueden escapar a nuestra memoria.

No obstante la preocupada espera por la diaria recaudación, no faltaba en el grupo, el instante siempre pronto para la broma, la picardía o la anécdota de algún viaje. La compañía del infaltable cigarrillo y del olor al express de Don Hilario y el Chino, envolvían el ambiente del viejo Café.

Mientras tanto, el automóvil estacionado esperaba enfrente, bajo la sombra de la tupida arboleda de plátanos del hoy desaparecido Bulevard San Martín.

Postales de otra época, guardadas en el cofre de los recuerdos, que invaden pacíficamente nuestra anatomía emocional...


Material consultado: Material de archivo.

Agradecemos a: Lucía Quadrini, Oscar Dolce, Mary Ceturini, Augusto Galigani, Mario Concetti; Ernesto López, Lito Cianci, Nano Fattore, Carmen Scollo.

Tratamiento Digital Fotografía de Moreyra: Museo Público Municipal.


* Este material fue publicado originalmente en TEMAS & NEGOCIOS.


 

 

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