El presidente Xeneize le volvió a sostener la mano a Arruabarrena, que estará en el banco ante San Martín.
Sin embargo, tras la conversación telefónica, el titular del club de la Ribera concedió que el entrenador siga al frente del equipo, cuando versiones de adentro y afuera del club daban por terminado el ciclo del Vasco y anunciaban la posible llegada de Guillermo Barros Schelotto para dirigir técnicamente a Boca.
Arruabarrena dirigió hoy el entrenamiento del plantel de Boca Juniors en el predio de Casa Amarilla, en medio de versiones sobre una fuerte interna entre los futbolistas con Carlos Tevez en el centro de la escena.
Todo esto sucedió tras la derrota ante Atlético Tucumán por 1-0 ayer en la Bombonera, ya que el director técnico había acordado con Angelici el jueves pasado que si no obtenía un resultado positivo ante el equipo tucumano se iría del club.
El complicado panorama xeneize suma además las fuertes versiones de una interna que habría estallado en el plantel entre los principales referentes (Fernando Gago, Daniel Cata Díaz y Agustín Orión) contra Tevez, y que tendría como eje su estrecha vinculación con Angelici.
Esta mañana, antes de comenzar la práctica, Arruabarrena estuvo reunido cara a cara con los cuatros jugadores mencionados. Tras el diálogo en los vestuarios de Casa Amarilla, salió a dirigir el entrenamiento a puertas cerradas, en lo que se interpreta como un gesto de resistencia, a la espera de un contacto con Angelici.
Arruabarrena, con ropa deportiva del club, ingresó pasadas las 10 a la cancha número 1 de Casa Amarilla, supervisó trabajos con la pelota en un táctico y participó en el clásico "loco" con los futbolistas que no jugaron ayer, entre quienes estuvieron Guillermo Sara, Nicolás Colazo y Federico Bravo, entre otros.
En tanto, los jugadores que enfrentaron al sorprendente conjunto tucumano -recién ascendido de la B Nacional y ganador en las dos primeras fechas de Racing y de Boca- realizaron un trabajo regenerativo en el gimnasio
Informe Carlos Márquez