04/07/16

Descubren genes zombies en el cuerpo humano que se "aceleran" tras la muerte

 

Científicos de la Universidad de Washington, Estados Unidos, descubrieron que genes y proteínas que permanecen activas post mortem. Podrían ser la clave para el desarrollo de nuevas técnicas de reanimación

 

 

La revelación científica remite a los zombies de la serie Walking Dead, la más famosa de muertos vivos por estos días. Aunque bien podría recordarse el libro literario "Frankenstein" de la inglesa Mary Shelley, publicado en 1818. A casi dos siglos de la publicación de este libro, científicos descubren que el cuerpo humano mantiene actividad incluso varias horas después de muerto. Y no solamente esto, sino que la reanimación podría ser viable a partir de estos genes zombies, como se los denominan en la jerga médica.


Según el estudio de los científicos, existen genes que permanecen despiertos unos días después de haber muerto una persona, y cesado las vibraciones corporales. La función de esta combinación de genes, como señalan los autores en el trabajo que publicaron en la revista Science, es "reanimar al organismo, proteger a las células y estimular la reacción inmune para suprimir los procesos estresantes que suceden tras los primeros síntomas de la muerte", reproduce el portal Minutouno.com.


Como todo avance o descubrimiento en la ciencia, el hallazgo fue estimulado por una investigación anterior del departamento de medicina forense de la Universidad de Granada, que identificó los genes de cadáveres humanos que todavía estaban activos más de 12 horas después de la muerte.


Este disparador sirvió para que el microbiólogo Peter Noble y sus colegasAlexander E. Pozhitkov, Tomislav Domazet-Loso y Brian Leroux, confeccionaran un estudio que ofrece evidencia de que existen unos mil genes que están activos incluso días después de que se produce la defunción.


Buscando un nuevo acercamiento al fenómeno, el equipo decidió aplicar su método a muestras de animales. Los resultados fueron publicados en el sitio bioRxiv. "Era un experimento para ver qué sucede cuando uno muere. Podemos aprender mucho sobre cómo funciona la vida estudiando la muerte", señaló Noble, quien lidera la investigación.


El entusiasmo en el descubrimiento radica en que podría ser la puerta a nuevas formas de reanimación corporal hasta ahora nunca intentadas, salvo en la literatura.

 

 

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