Paralelamente a la causa en la Justicia de Menores se sigue una investigación penal contra la madre y el padrastro del joven condenado por presunta complicidad en el encubrimiento del crimen. Según la resolución, el juez sostuvo que "Mansilla mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo de su embarazo", y dio por probado que Chiara murió como consecuencia de los golpes que le dio su novio, "en un contexto de violencia de género, mediante una conducta que sin dudas ha importado el ejercicio de violencia contra la mujer".
Chiara fue asesinada a golpes en el rostro y el cráneo luego de mantener una relación sexual con su novio Mansilla en la vivienda de los abuelos del joven, donde él residía. De acuerdo a la investigación, el disparador fue el embarazo que cursaba la adolescente, mientras que la autopsia determinó que murió por "traumatismos cráneo faciales" entre las 2 y las 4 de la madrugada del 10 de mayo.
El cuerpo de Chiara, cuya muerte motivó la primera marcha del #NiUnaMenos contra la violencia de género el 3 de junio de ese año, fue encontrado por perros policiales enterrado en el fondo de la vivienda de los abuelos maternos de Mansilla.
La sentencia sostiene que "Mansilla cometió el hecho con comprensión de la criminalidad de sus actos y con aptitud para dirigir sus acciones". El juez Prado reconoce en su fallo que el joven estudia desde su encierro y que mantiene una convivencia pacífica con sus compañeros en el lugar de reclusión, la comisaría 2da de Venado Tuerto, así como se somete a tratamiento psicológico.
Sin embargo, descartó el planteo de la Defensoría General y del asesor de Menores que pidieron su absolución por entender que avanza en un proceso de resocialización. "En mi criterio, lo que determina la aplicación de pena no es en sí el resultado del tratamiento cautelar implementado con el joven Mansilla, sino mas bien, la gravedad del hecho del que ha sido declarado autor (...), como así también la falta de un sincero arrepentimiento de su obrar criminal", señala la resolución.
El juez recuerda que el joven declaró que "en el momento no pensé lo que hice, reaccioné enojado, tendría que haber tomado otra decisión". Y remarcó que "a dos años y 3 meses de la trágica desaparición de Chiara Páez, el joven Mansilla no se encuentra compungido ni angustiado por haber terminado con la vida de esta adolescente".
El fiscal del caso anunció que apelará la resolución, por cuanto el magistrado rechazó el agravamiento de la pena por el vínculo de pareja entre la víctima y el confeso homicida. También el defensor público de Mansilla apelará la el fallo, que es posible que recaiga en la Cámara de Apelaciones de Rosario puesto que la de Venado Tuerto ya intervino en el proceso.