30/09/12

A 7 de cada 10 mujeres les duele la cabeza, y el 6% sufre migraña

 

Las peores son las migrañas crónicas, una enfermedad subestimada que tiene efecto discapacitante

 

 

 "No somos nerviosas, ni locas, la migraña crónica es una enfermedad altamente discapacitante, y a las mujeres nos afecta más", aseguró Mónica Diez, neuróloga y actual vicepresidenta de la Asociación Latinoamericana de Cefaleas. Y es que los dolores de cabeza afectan al 70% de las mujeres en la Argentina y, de ellas, el 6% sufre de migraña crónica (uno de los casos más severos), en detrimento de los hombres, que se ven afectados sólo en un 2 por ciento.

En los casos de migraña crónica, los dolores se presentan en crisis de más de 15 días al mes con una duración que puede superar las cuatro horas por día, y comúnmente durante no menos de tres meses.

El dolor se convierte en su sombra, perjudicándolas en todos los aspectos de su vida: laboral, sexual, familiar, amistoso, y físico.

Existen diferentes tipos de cefaleas: la de tipo tensional, que puede ser episódica o crónica, y en la que el dolor es bilateral, frontal y posterior, y puede presentarse a cualquier edad.

Otro tipo de cefalea más severo es el caso de la migraña crónica, en la que los dolores son unilaterales y pulsátiles. En estos casos, el pico de la aparición del dolor se da entre los 20 y 40 años.

Según la Asociación Argentina de Cefaleas, el 20% de los argentinos padece migraña y un 35%, cefaleas de tipo tensional.

El 96% de los pacientes reporta factores desencadenantes, como el estrés, en casi la totalidad de los casos, y el proceso hormonal en casi el 82 por ciento.

Luego aparecen el ayuno, los cambios de clima, los trastornos de sueño, el dolor cervical, el alcohol, los cigarrillos y los alimentos.

El Estudio Americano de Prevalencia y Prevención de la Migraña (AMPP, por sus siglas en inglés) demostró que el 58,1% de los pacientes que sufren migraña crónica tiene una reducción en la productividad en sus actividades de trabajo diario, si bien es común que la enfermedad sea subestimada. Por ejemplo, en el caso de un jefe que cree que la mujer que pide días por fuertes dolores de cabeza puede estar simulando, o que no es tan grave como para no poder trabajar.

Sin embargo, el padecimiento migrañoso según la OMS es tan discapacitante como la demencia, la psicosis o la tetraplejía.

"Toda patología que no se pueda ver físicamente suele ser muy subestimada. Lo cierto es que la enfermedad existe, y hace que la vida de la paciente sea casi imposible", aseguró la doctora Diez.

La especialista explicó la importancia del acompañamiento familiar: "Un buen pronóstico entre las pacientes es que vengan a la consulta en compañía de su marido."

La migraña se manifiesta cuando las arterias que irrigan el cerebro se contraen y dilatan, lo que activa los receptores de dolor.

No se conoce la causa de la constricción ni de la dilatación de los vasos sanguíneos, pero una concentración anormalmente baja de serotonina en sangre, una sustancia química que interviene en la comunicación de las neuronas (neurotransmisores), podría desencadenar las contracciones.

A su vez, en algunos estudios se discute si el hipotálamo, responsable de la regulación hormonal, ciclos de sueño, hambre y temperatura corporal tiene algún papel en la aparición de la migraña.

En el momento de la crisis también se activan áreas del tronco cerebral, provocando liberación de potasio y aminoácidos excitadores, lo que se manifiesta con náuseas y vómitos, tan frecuentes en estos pacientes.

En algunos casos, la migraña viene acompañada por el "aura", un fenómeno visual que se presenta en formas centelleantes, y pérdida parcial de la visión.

Si bien en el momento de expresar lo que nos duele decimos "la cabeza", en realidad lo que duele son los nervios, vasos sanguíneos y músculos que cubren la cabeza y el cuello; esto sucede "por distensión, tracción o dilatación de las arterias y las venas intracraneales, por compresión, tracción o inflamación de los nervios intracraneales, por contractura o inflamación de los músculos de cráneo y cuello, inflamación o lesión de las vértebras cervicales, o aumento de la tensión arterial", explicó Diez.

Pero el dolor no llega solo, y según el estudio americano de prevalencia y prevención de la migraña, existe comorbilidad del padecimiento de la migraña crónica con el de otros pesares, como la depresión en un 41% y la ansiedad en un 30% de los casos.

HOY NO. Las mujeres con migraña crónica deben enfrentarse a dolorosos ataques y constantes malestares que les impiden disfrutar plenamente de su pareja, produciendo a menudo frustración, distanciamiento y aislamiento.

"La paciente tiene disminuida la posibilidad de disfrutar, ya que la mayoría del tiempo sufre sensaciones dolorosas, es decir, de manera displacentera", destacó Diez.

En el período menstrual las migrañosas suelen verse más afectadas. Los ataques pueden presentarse varios días antes o bien durante el período menstrual, incluso algunas mujeres sufren los dolores de cabeza en la mitad del ciclo y en el momento de la ovulación.

Las causas se relacionan con una respuesta de neurotransmisores a los cambios cíclicos en las hormonas ováricas, como la caída de los estrógenos que precede a la menstruación.

"La principal causa del padecimiento de migrañas crónicas es el factor hereditario, pero otro gran factor es el nexo entre los cambios hormonales", explicó a este diario Marina Szlago, presidente de la Fundación para el Estudio de las Enfermedades Neurometabólicas (FESEN).

Los dolores de cabeza ocurren simultáneamente con la caída del nivel de estrógeno. Cuando las mujeres se acercan a la menopausia, los niveles de estrógeno pueden fluctuar mucho más y desencadenar un aumento en las migrañas. En el embarazo pueden presentar una mejoría en los síntomas, al igual que después de la menopausia, período en el que las formas crónicas son menos frecuentes.

La alimentación es otro factor que puede despertar al monstruo migrañoso. Sin embargo, "son escasas las pacientes que pueden atribuir sus crisis asociadas a factores alimenticios".

Algunos alimentos, como ciertos vinos, quesos y chocolates, pueden ser factores desencadenantes de crisis, informó Mónica Diez. Los especialistas recomiendan realizar de cuatro a seis comidas diarias, evitar ayunos de más de seis horas y optar por comidas naturales.

"No es sexismo, realmente las mujeres pueden verse más afectadas", repitió Diez. "Resulta urgente que todos sepan que la migraña crónica no es un simple dolorcito de cabeza." 
 
 
El peligro de ciertos analgésicos
 
 
Existen algunos medicamentos conocidos como antimigrañosos, que los médicos consideran altamente peligrosos. Los especialistas americanos fueron los primeros en hablar de migraña transformada, una dolencia que se convierte en diaria y moderada, y en la que pueden aparecer crisis más intensas a las que sufrían con anterioridad. "En un 70 al 80% de los casos de migraña transformada existe un claro abuso de analgésicos como es el caso de la ergotamina presente en medicamentos archiconocidos como el Migral y el Tetralgin", explicó Osvaldo Bruera, neurólogo, responsable del área Dolor de Cabeza del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires. "El uso de esta medicación en la Argentina tiende a ser abusivo. Es por eso que los médicos ya no lo recetamos", consideró Bruera.
 
 
Cuidados durante el embarazo
 
 
Un estudio publicado en la revista British Medical Journal el año pasado indicó que aquellas mujeres que sufren migrañas durante el embarazo elevan sustancialmente el riesgo de infartos. Esto obedecería, según el trabajo, a un aumento en la presencia de coágulos sanguíneos y de la presión arterial. Los investigadores sospechan que la migraña añade una cantidad extra de estrés en el cuerpo, y advierten a las mujeres para que tomen precauciones.
 
 
"Millones de bichos que me comen la cabeza"
 
"Cuando me ataca la migraña, siento que millones de bichos me comen la cabeza, y siento que saldrán por la boca y los oídos y hachazos como si me la estuvieran martillando", cuenta Sara De Gardei, de 71 años, quien sufre de migrañas crónicas desde los 17. "Nunca supe lo que es un día sin dolor de cabeza, había días en que era muy fuerte y otros un poco menos; me dolían la boca, los oídos, y el cuerpo en general, el dolor se hizo insoportable." Desde los 27 años comenzó a ser medicada, pero sin demasiadas mejoras.

Desde hace seis años se atiende con el doctor Pablo Schubaroff, especialista en Neurología, integrante del servicio de Neurología del Hospital Municipal Bernardo Houssay de Vicente López.

Hace cuatro meses le aplicaron una dosis de Botox. "La mejora fue notoria, hasta me sentía rara sin el dolor de cabeza que me acompañó casi toda mi vida", dijo Sara soltando una carcajada. Sara trabajó de peluquera hasta que se jubiló. Creía que los fuertes dolores eran por los olores que emanaban los químicos, "pero en realidad luego descubrí que eran hereditarios, tanto mi mamá como mi abuela, sufrieron de estos dolores infernales", dijo la mujer. "Tuve la suerte de estar rodeada de gente que entendía de mi enfermedad, porque sin una familia comprensiva, la vida se hace muy difícil."

 

 

 

 

 

 

 

Desarrollado por Rodrigo Guidetti