El partido, por la última fecha del Rugby Championship, arranca a las 20.10. Un acontecimiento histórico para Rosario
Rosario vibra. Palpita. Experimenta sensaciones totalmente inéditas. No podía ser de otra manera. Porque está ante el partido de rugby más importante de su riquísima y extensa historia. Ni más, ni menos. Esa es la verdadera y exacta dimensión que tiene el duelo que animarán esta noche, a las 20.10.-
Los Pumas y los Wallabies, en el Gigante de Arroyito, por la última fecha del Rugby Championship.
Este choque cuenta con un sinfín de valores agregados. Se destaca por su peso específico. Hay nombres, circunstancias, momentos y posibilidades que se ponen en juego y coquetean con la ansiedad de una chance histórica.
Es que puede ingresar con gran estridencia entre las principales hazañas del seleccionado argentino. Es una posibilidad latente. Ante Australia tiene la última posibilidad de conseguir un triunfo en su primera incursión en el RCH, con todo lo que eso implica.
Igual, no hay que hacer un enfoque apresurado de la coyuntura que le toca atravesar al conjunto dirigido por Tati Phelan. Si bien es cierto que el Gigante de Arroyito puede llegar a transformarse en un escenario bañado de gloria, hoy la realidad y las metas primarias son otras. La apuesta mayor es el crecimiento, que por cierto ya es más que evidente. Tangible a lo largo de todas las presentaciones en el RCH.
Sí. Los Pumas demostraron que están en condiciones de doblegar a su rival de turno. Estuvieron muy cerca de lograrlo en Gold Coast, por la 4ª fecha del certamen. Y ahora la empresa asoma como algo más factible porque los aussies llegan diezmados.
El coach Robbie Deans debió armar un verdadero rompecabezas para mandar el equipo a la cancha por una invasión de lesiones, que ya había comenzado en la previa de la competencia y que el pasado fin de semana tuvo uno de sus puntos más álgidos tras el choque ante Sudáfrica. Igual, es un adversario peligroso.
A la cancha saldrá un elenco albiceleste decidido. Dispuesto a atacar. Pero tendrá que hacerlo atendiendo sus limitaciones porque el fin de semana pasado se pasó de rosca y terminó cayendo de manera inapelable (54-15) frente a Nueva Zelanda, en La Plata.
Hoy Los Pumas buscan otro paradigma. Están en plena evolución. Por capacidad propia y porque el deporte de la ovalada lo demanda. A la épica garra Puma le sumaron otras aptitudes. Ahora tienen más argumentos para plantarse de igual a igual con las potencias. Las desigualdades no son tan grandes. Porque están tratando de complementar su férrea defensa con el juego de ataque. Y además, cuentan con ese plus pasional que siempre evidencian en la cancha.
El escenario está planteado. El rugby de Rosario albergará el partido más importante de toda su historia, y el elenco nacional está ante la chance de conseguir un triunfo inolvidable. Pero no hay que perder de vista lo más importante: Los Pumas ya demostraron que pueden plantarse de igual a igual con las potencias. Ya están en la elite.
Fuente: Diario La Capital
Informe Carlos Márquez