08/10/12

Mataron de tres tiros a un joven de 22 años de nuestra ciudad

 

Jonatan Emanuel Magnate murió en la madrugada de ayer en la pieza alquilada en la que vivía. Los investigadores vincularon el violento hecho a negocios relacionados con el tráfico de drogas

 

 

La madrugada de ayer varias estampidas sobresaltaron a los ocupantes de una casa de Arroyo Seco. 

La dueña de la vivienda, que alquila un par de habitaciones de la propiedad, se levantó y se encaminó hacia la parte delantera de la construcción. Allí, en una de las piezas alquiladas, distinguió el cuerpo inmóvil de Jonatan Emanuel Magnate, un muchacho de 22 años que había sido atravesado por tres balazos. 

Los investigadores presumen que el crimen está vinculado con el tráfico de drogas. En ese sentido, recordaron que el 13 de septiembre pasado el jefe de la comisaría de esa ciudad había denunciado ante sus pares de la ex Drogas Peligrosas que en el lugar donde ocurrió el hecho funcionaba un quiosco de venta de estupefacientes.

A pesar de que la víctima no tenía antecedentes penales, los voceros policiales dijeron que Magnate estuvo señalado en el homicidio de José Luis Balbuena, un joven de 19 años que fue baleado en la cabeza hace tres meses. Por ese caso fue detenido Martín Javier D. B., de 35 años, acusado de ser el autor material del crimen. "En la pesquisa estaba mencionado (Magnate) como quien le hizo el aguante al homicida", explicó el portavoz.

Con la novia. Magnate alquilaba dos habitaciones en la parte delantera de una casa de San Nicolás 842, en Arroyo Seco. En la parte posterior de la propiedad vivía la dueña del lugar, una mujer de 35 años, junto a su esposo y sus cinco hijos. Uno de ellos, una chica de 22 años, era la novia del muchacho asesinado.

A las 4 de ayer los agresores llegaron hasta un patio que antecede a las piezas que ocupaba el joven fallecido y descargaron un vendaval de proyectiles cuando los ocupantes de la vivienda dormían. Una de las habitaciones está dividida por una pared de madera aglomerada. Magnate quedó atrapado en la balacera entre esa pared y un ropero hasta que se derrumbó sin vida. Tres tiros perforaron la madera.

El muchacho fallecido intentó protegerse de los tiros apoyando sus brazos sobre la cara. Los investigadores policiales presumen que Magnate realizó este movimiento teniendo en cuenta dónde fue alcanzado por los tiros: uno de los balazos le impactó en el codo derecho y otro en el muslo posterior izquierdo. El tercer proyectil le perforó la tetilla derecha.

Tras el ataque, los homicidas se esfumaron amparados por la oscuridad de la noche y ningún vecino presenció el acto. Además, a la hora en que ocurrió el crimen, llovía intensamente y nadie estaba en la calle en esa zona de Arroyo Seco. Cuando escuchó las detonaciones, la dueña de casa primero se contactó con su hija (la novia de Magnate) que no estaba en la vivienda y luego con la policía.

Agentes de la comisaría 27ª y de la sección Homicidios acudieron a la vivienda para iniciar la investigación del caso. Tanto el padre de Magnate como la novia del muchacho negaron ante los uniformados conocer la presunta actividad ilícita que realizaba el joven asesinado. 

Los pesquisas no pudieron recoger vainas servidas ni restos de plomo en el escenario del crimen y por eso hasta anoche no se sabía el calibre del arma utilizada por los agresores, pero sí encontraron 750 pesos en uno de los bolsillos del pantalón de la víctima.

Fuente: Diario La Capital

 

 

 

 

 

 

 

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