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19/01/13

Matan de un balazo a un hombre y acusan a un antiguo amigo

 

Tenía 26 años y dos hijas. Fue a una cuadra de su casa. Los vecinos dicen que el autor del disparo es del barrio y lo llaman "Joni el orejón"

 

 

A Walter Francisco García lo corrieron casi 100 metros por su barrio hasta que un plomo calibre 22 lo alcanzó y lo derribó. Cuentan que este último viaje fue desde un bar ubicado en Seguí y Crespo hasta el 3252 del pasaje Chancay, cortada que corre paralela al bulevar. 

"Escuchamos un sólo disparo nos asomamos y no vimos nada", relató un vecino. García, de 26 años, cayó agonizante en una zanja seca frente al portón trasero de una carrocera, a una cuadra de su casa. Era poco después de las 4 de la mañana de ayer. La vaina de la bala calibre 22 que lo mató quedó en el medio del pasaje y en su mano, como puño apretado, tenía un pequeño frasco con un polvo blanco que se remitió para una pericia. García tenía prontuario y dos hijas, de diez meses y cuatro años.

Si bien la familia del muchacho asesinado fue cauta al contar la historia de Walter García, en el barrio los vecinos aportaron un perfil del hombre que aparece como el principal sospechoso. "El que mató al pibe es hermano de una policía que labura en el Comando Radioeléctrico. Estos antes pateaban juntos y un día, andá a saber porqué, se desconocieron. El que mató al pibe es Joni, el orejón. Hace un par de días al muerto lo corrió desde el laburo hasta la casa y como no se quedó conforme, volvió al rato y le siguió disparando al frente", explicó un vecino que conoce a los dos protagonistas de esta historia.


Historias de la calle. 

De acuerdo a fuentes de la investigación, en manos de la jueza Alejandra Rodenas, Walter Francisco García tenía media docena de antecedentes y una condena a tres años de prisión de 2011. Pero esas marcas, como el prejuicio induce a pensar, no se correspondían con un pesado de la calle, sino todo lo contrario, según sus parientes. García había recuperado la libertad en agosto pasado tras estar preso en el penal de la comisaría 18ª. En ese penal había ayer 50 detenidos.

"Mi hermano era más bien cagón. No era alguien que iba a agarrarse a piñas. Tenía problemas con las drogas, pero era más de fumar un porro que otra cosa. No es como dice la policía que tenía merca (por cocaína) en la mano. Mi hermano no consumía eso", afirmó ayer a mediodía Nancy, una de los seis hermanos que tenía Walter García.

Después de recuperar la libertad, Walter fue a vivir a la casa de su madre, que se está recuperando de un accidente cerebro vascular (ACV). Nancy relató que ella se acostó a dormir minutos antes de la medianoche del jueves y su hermano dormía en su casa. "¿Qué hacía después en la calle, a las 4 de la mañana? No lo sé", explicó la mujer. 

Según vecinos pasada la medianoche Walter fue a un bar con pool en Crespo y Seguí. En ese lugar se encontró con algunos conocidos y entre otros se topó con Joni, el orejón.

Walter y "El Orejón". Hasta el 31 de diciembre pasado Walter García y El orejón caminaban juntos. Es más, varios vecinos los vieron la madrugada del 1º de enero, el día en que Walter cumplió 26 años, juntos en una moto. Los dos viven a menos de cuatro cuadras de distancia. Pero algo pasó esa madrugada que hizo que ese "andar juntos a la par" se transformara en un odio visceral.

Desde el 31 de diciembre hubo al menos dos encontronazos. Uno fue una pelea donde Joni, el orejón lo corrió a García. Y la otra, un par de días atrás, cuando los vecinos aseguran haber visto como Joni, el orejón siguió a disparo limpio desde el trabajo hasta su casa del pasaje Chancay al 3100. 

"Mi hermano salía poco porque tuvo problemas con Joni y se andaba cuidando", fue lo único que dijo Nancy. A las 4.30 de la mañana de ayer, el cuerpo de Walter García estaba tirado en una zanja con un balazo que le ingresó por debajo de la axila derecha, sin orificio de salida.

Quince minutos más tarde su hermana se enteró del asesinato. "Viste como es... Te tocan la puerta y te dicen que tu hermano está tirado en una zanja con un balazo. Te acercas y ves a la policía, que no te deja pasar. Y te dicen que está muerto. Lo único que queremos esto no quede impune", dijo Nancy, con entereza y los ojos enrojecidos.


"A las 8 llamó el patrón"


Tras ser liberado Walter Francisco García trató de rehacerse. Algo nada fácil. "Mi hermano hacía changas en un transporte de Arijón y Francia. Trabajaba con otro de mis hermanos haciendo carga y descarga. A pesar de los antecedentes que tenía, lo estaban por dejar efectivo porque les cumplía. A las 8 de la mañana estábamos esperando que llegara la mortera y llamó el patrón para ver porqué no había llegado. Y le tuvimos que contar", relató Nancy.

Fuente: Diario La Capital

 

 

 

 

 

 

 

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