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20/03/13

Un detenido por apuñalar en un robo a una mujer, que luego murió

Foto ilustrativa

 

Le dicen "Fasito" y fue apuntado por testigos informales. La causa de la muerte de la víctima no habría sido la herida sino un virus hospitalario.

 

 

Un muchacho de 24 años con un vasto prontuario por hechos de robo fue detenido ayer acusado de ser quien atacó con un cuchillo, en el marco de un asalto en Villa Gobernador Gálvez, a una mujer de 65 años, que terminó muriendo en un sanatorio rosarino 18 días después del atraco.

La detención fue la primera novedad en la causa abierta con la agresión a la mujer, que se llamaba Gladys Balbini de Arribas y fue sorprendida el 16 de febrero pasado a metros de su casa, en la avenida Filipini y Jean Jaures, por un asaltante solitario.

Gladys había salido a comprar pan y a plena luz del día se encontró con un ladrón que le exhibió un cuchillo y se lo clavó en una pierna para arrebatarle el poco dinero que tenía. La mujer murió finalmente el 6 de marzo en un sanatorio rosarino.

El ataque del ladrón fue el motivo inequívoco que la llevó a la internación. Sin embargo no murió como consecuencia del puntazo recibido en la pierna durante el robo sino por un virus intrahospitalario que contrajo en el lugar donde se trataba por esa herida.

La muerte de Gladys fue el detonante de tres movilizaciones masivas de vecinos que, en forma pacífica pero enérgica, expresaron que este crimen era la consecuencia trágica de asaltos que se producen de manera cotidiana en el lugar sin llamar la atención.

Apuntado. Fuentes policiales consignaron que durante la semana pasada la comisaría 26ª obtuvo el testimonio de informantes no identificados que refirieron, de manera coincidente, que el agresor de Balbini era un joven al que apodan "Fasito".

A partir de esa referencia una patrulla comandada por Hermenegildo Ramírez, jefe de la 26ª, ubicó la casa del sospechoso, en Simón Bolivar al 2200. Allí arrestaron a Fabián M. que responde al sobrenombre señalado. Y que tiene una foja de antecedentes por numerosos delitos contra la propiedad y las personas.

Ayer un investigador señaló su escepticismo, no obstante, de que la imputación prospere. "No hay mayores pruebas que lo conecten con la agresión que derivó en la muerte de esta señora. Lo único que hay son testimonios coincidentes de personas que lo señalan sin dudar pero no se animan a ser testigos en un juzgado porque dicen temer represalias", indicó un portavoz policial.

El detenido será indagado por la jueza de Instrucción Nº 10 Patricia Bilotta. La definición de la imputación difícilmente pueda ser homicidio calificado sino que se trataría de un robo seguido de muerte.

Más allá de que el deceso de la mujer fue resultado mediato del ataque el hecho de que el agresor le hubiera inferido la herida en una pierna, sumado al hecho de que la causa del deceso fue un virus contagiado en un sanatorio, no sugiere intención homicida.

Precisamente no se hizo autopsia porque el certificado de defunción, según fuentes de la Unidad Regional II, consignó un virus intrahospitalario como causal. Gladys vivía en la esquina noroeste de Fillippini y Jaures.

Al lado se ubica un concurrido maxiquiosco del que son propietarios Facundo y Maximiliano, hijos de la mujer. A 50 metros de allí, frente a un jardín de infantes, la mujer sufrió el asalto fatal. Esa zona fue el escenario de las marchas posteriores.

Está al norte de la ciudad, a pocas cuadras del frigorífico Sugarosa y del límite con Rosario.


Fuente: La Capital

 

 

 

 

 

 

 

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