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23/05/13

Boca y su mística, Newells y todo para ganar

 

El "Xeneize" llega como el que mejor interpreta el manual de cómo se juega la Libertadores. "La Lepra" como el mejor equipo del momento en el fútbol argentino

 

 

El 12 de diciembre de 2011, cuando se jugó la última fecha del Apertura de ese año, Boca finalizó como campeón invicto de ese torneo y Newells fue el 18° entre 20 equipos. El panorama, bien distinto, mostraba a un "Xeneize" en plenitud y a un "Leproso" en estado de coma.
 
Poco después, el 29 de diciembre de 2011, Gerardo Martino asumió como técnico de Newells y anunciaba: "De esta situación se sale trabajando mucho".
 
El siguiente torneo fue el Clausura 2012: Boca, que parecía se encaminaba al bicampeonato, terminó perdiendo el título en las fechas finales y fue cuarto en la tabla definitiva, con 33 puntos. Newells cumplió un gran torneo y se clasificó sexto,  con 32.
 
A continuación, en el Torneo Inicial 2012, Boca terminó sexto en la tabla con 33 puntos y Newells fue segundo, con 36.
 
La tabla sumatoria de ambos campeonatos determinaron que Newells y Boca fueran dos de los cinco equipos argentinos clasificados a la Copa Libertadores 2013: el equipo rosarino llegó por ser el mejor ubicado en la tabla sumatoria de puntos de 2012; el de la Ribera por ser el segundo en esa condición.
 
De 2012 a esta parte, Boca incorporó a Santiago Silva, Pablo Ledesma, Oscar Ustari, Cristian Cellay, Ricardo Noir, Matiás Giménez, Claudio  Pérez, Juan Manuel Martínez y Ribair Rodríguez. 

Newells a Juan Domínguez, Víctor López, Marcos Cáceres, Milton Casco, Maxi Rodríguez, Ignacio Scocco, Horacio, Gabriel Heinze, Orzán y Rinaldo Cruzado. 

En ese lapso, del "Xeneize" se fue el técnico Julio Falcioni y llegó Carlos Bianchi, mientras que en "La Lepra" sigue Gerardo Martino.
 
Hoy Newells es el líder del torneo local, el que juega el fútbol más lindo, el que tiene los jugadores más destacados, y Boca es el 18° entre 20 equipos, el que viene de ganar un partido tras 12 fechas sin victorias.
 
Esta noche, sin embargo, cuando Boca y Newells se enfrenten en el partido más importante del año para ambos, en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, nada de eso importará. Porque el Boca que juega la Copa es el otro Boca, el de la mística, el que mete la pelota en el último tiro, el que nadie quiere enfrentar, el monstruo, el que tiene el manual de cómo jugar este certamen, el que siempre gana. Y porque Newells sabe que está ante otra oportunidad histórica, en la que se jugará al todo o nada por un buen resultado que lo deje a las puertas de dar un paso más en el camino a la conquista que nunca pudo lograr.
 
Bianchi dividió estratégicamente a su plantel: uno jugadores disputan un torneo local perdido casi desde el inicio, mientras que los mejores juegan la Copa. Martino afronta los dos frentes con sus mejores hombres, cargados ya con decenas de partidos cada tres días.
 
Boca ya alzó seis Libertadores y se juega a todo o nada este año por la séptima. Newells, que fue dos veces finalista, nunca pudo ganarla. Para ambos, hoy, todo está por contarse.

 

 

 

 

 

 

 

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