18/07/13

Las siamesas Francesca y Martina fueron separadas con éxito

 

Las siameseas operadas con éxito en el Sanatorio San Lucas de San Isidro serán dadas de alta en los próximos días

 

 

Las siamesas argentinas, Franchesca y Martina, nacidas el 31 de mayo pasado unidas por el abdomen y separadas con éxito "se encuentran muy bien, sin asistencia respiratoria y alimentándose por boca. El alta se espera para los próximos días", informaron desde este centro médico, ubicado en Belgrano 363. 


El jefe de cirugía pediátrica del San Lucas, Jorge Buraschi, quien estuvo a cargo de la operación junto a un equipo de 19 profesionales de la salud, describió que el método quirúrgico consistió en la sección del hígado, resección de parte del esternón y costillas, la reconstrucción de la pared abdominal y torácica y la plástica de la herida. 


La cirugía duró seis horas. "No hay cirugía menos reglada que esta, lo que representa un desafío inmenso. Es entrar a jugar un partido sin reglas", dirá el cirujano.


"Estas operaciones siempre son riesgosas, tanto por la patología en si como por las dificultades técnicas que presentan dos personas al ser anestesiadas juntas", resaltó el médico. 


Buraschi explicó este tipo de fenómenos en los bebes. "Se trata de bebes monocigóticos (procedentes del mismo huevo fecundado) y monocoriónicos, es decir, que comparten la misma placenta. Son siempre del mismo sexo y genéticamente idénticos".


Los gemelos siameses -continuó el cirujano- obedecen a la división tardía e incompleta del disco embrionario monocigótico (huevo) que suele suceder después del día 13 de embarazo. Están conectados vascularmente y pueden compartir uno o más órganos.


"No se conoce la etiología del padecimiento. Las tasas de mortalidad son muy altas y sólamente unos pocos casos presentan una anatomía favorable para permitir la separación quirúrgica y la sobrevida postquirúrgica. La incidencia es uno de cada 250 mil embarazos, muriendo cerca del 80 por ciento durante la gestación y los 10 primeros días de vida", dijo el profesional. 


Para Buraschi fue su primera experiencia en este tipo de cirugías tan complejas. Tras el éxito de la operación contó su sensación: "Fue una experiencia tremendamente enriquecedora. Es una cirugía en la que todos los pasos deben salir perfecto, desde el traslado de las pacientes a quirófano hasta el regreso a neonatología todo debe ser estudiado con anterioridad. No hay cirugía menos reglada que esta, lo que representa un desafío inmenso".


"Es entrar a jugar un partido sin reglas", resumió el cirujano.


Y describió el momento que se vivó en el quirófano tras la operación. "Cuando tuvimos a las dos bebas separadas la emoción fue enorme. Ví lagrimear a personal de quirófano con muchos años de experiencia. Todos nos abrazamos. Fue diferente a cualquier otra experiencia profesional", concluyó Buraschi. 

 

 

 

 

 

 

 

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