16/12/13
La engañó por Facebook y la violó durante dos días
Un caso típico de grooming, una historia que sacudió City Bell, ciudad bonaerense pegada a La Plata.
Un estudiante universitario fue detenido en las últimas horas en la ciudad de La Plata, tras haber violado durante dos días a una chica de 15 años que había conocido por la red social Facebook.
Fuentes policiales informaron que el sospechoso se contactó con su víctima hace tres semanas haciéndose pasar por un adolescente de 16 años, cuando en realidad tiene 28.
La adolescente no se animaba a contarles a sus padres que había reprobado varias materias en la escuela, lo que fue aprovechado por el estudiante para convencerla de que fuera a su departamento, adonde luego de doparla la violó durante dos días, según la Policía.
La chica desapareció el jueves pasado de City Bell, tras ir a la escuela, y su madre radicó la denuncia en la comisaría décima, con intervención del fiscal Fernando Cartasegna, titular de la UFI 4.
La joven y su captor fueron localizados por la policía en la tarde del sábado, en la esquina de las calles 9 y 54, a metros del departamento del detenido, donde iban a encontrarse con una amiga de la víctima.
¿Cómo detectar y combatir el grooming?
El groomig o ciberacoso sexual infantil puede ser prevenido sin tener que tirar la computadora a la basura, basta una mirada atenta por parte de los adultos para detectar las luces de alerta.
En cuanto a los más chicos, se reedita la vieja recomendación de "no hablar con extraños" que en la era de la información y las telecomunicaciones se traduce en "no aceptar solicitudes de amistad de personas que no se conozcan en persona". Y esto es válido para cualquier tipo de red social: Facebook, Twitter, blogs.
Actualmente existe una legislación nacional que sanciona este tipo de delitos, hasta hace muy poco inclasificable, es necesario acompañar los cambios a nivel normativo con la difusión y la educación.
Para Natalia Zlachevsky de Chicos.net y Ricardo Saénz de Argentina Cibersegura, la comunicación es clave y la mayor parte del trabajo la tienen que hacer los adultos: "Generar confianza, fijar límites, interesarse por lo que hacen los chicos, preguntarles qué hacen, quiénes son sus amigos". Y sobre todo, hacerles comprender que no tienen que pasar por una situación de abuso solos y que tampoco es culpa de ellos.
"Nos encontramos con estados emocionales negativos, tales como ansiedad, baja autoestima, depresión, indefensión, apariencia triste, mal humor y/o ideas suicidas. La víctima expresa disgusto, miedo, soledad, frustración, estrés, irritabilidad, somatizaciones, trastornos del sueño y/o altos niveles de estrés permanente. Al mismo tiempo, evita la escuela y presenta dificultades en concentrarse, experimenta una disminución en su rendimiento académico, pérdida de interés por las actividades sociales y tendencia al distanciamiento y al aislamiento", sostiene el estudio.