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24/05/16

Obama celebró la muerte del líder de los talibanes

 

El presidente de los Estados Unidos, además, consideró que el deceso de Akhtar Mohamed El Mulá Mansur "traerá paz a Afganistán". El gobierno de Pakistán, por su parte, acusó a EE.UU. de violar su espacio aéreo.

 

 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe de operaciones militares estadounidenses en Afganistán celebraron la muerte del líder de los talibanes, el mullah Mansur, en un ataque norteamericano y dijeron que su eliminación afectará negativamente a la insurgencia islamista.

De visita en Vietnam, Obama dijo que la muerte del mullah Akhtar Mohamed Mansur, durante un bombardeo con un drone estadounidense en Pakistán, el fin de semana último, "marca un importante hito en nuestros esfuerzos por traer la paz y la prosperidad a Afganistán".

"Hemos eliminado al jefe de una organización que ha conspirado continuamente contra las fuerzas estadounidenses y la coalición en una guerra contra el pueblo afgano, poniéndose al lado de grupos extremistas como Al Qaeda", destacó el presidente en una rueda de prensa en Hanoi.

En Afganistán, durante una visita a la norteña provincia de Kunduz, el comandante en jefe de las tropas estadounidenses en el país, general John W. Nicholson, dijo que Mansur era un obstáculo para la paz porque había rechazado una oferta de diálogo del presidente afgano, Ashraf Ghani.

"Espero que el liderazgo talibán se dé cuenta de que es hora de que depongan sus armas y se sumen a los esfuerzos de paz, para que el pueblo de Afganistán pueda disfrutar de paz y prosperidad", dijo Nicholson, citado por la cadena de noticias CNN.

Mansur, de unos 50 años, murió el sábado cuando un drone estadounidense disparó un misil contra su vehículo en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán.

El comandante islamista se convirtió en el máximo líder de la milicia más poderosa de Afganistán en agosto pasado, luego que el grupo confirmara un rumor que hacía tiempo circulaba en los medios y los pasillos gubernamentales, la muerte de su antecesor, el mullah Mohamed Omar. 

Su ascenso provocó de inmediato tensiones internas entre los talibanes, que gobernaron Afganistán desde 1996 a 2001, cuando fueron derrocados por una coalición encabezada por Estados Unidos por negarse a entregar al entonces líder Al Qaeda, Osama Ben Laden. 

Tras horas de silencio, el gobierno de Pakistán acusó a Estados Unidos de violar su espacio aéreo y hoy convocó al embajador estadounidense en Islamabad, David Hale, para manifestarle su protesta por el bombardeo en su territorio.

"El ataque con dron fue una violación de la soberanía de Pakistán y una ruptura de la Carta de Naciones Unidas que garantiza la inviolabilidad de la integridad territorial de sus Estados miembro", afirmó Taqiq Fatemi, consejero especial en política exterior del primer ministro, Nawaz Sharif.

Sin embargo, Obama subrayó que su país continurá "tomando acciones contra las redes extremistas que ponen en su objetivo a Estados Unidos. Trabajaremos en objetivos compartidos con Pakistán, donde se debe negar lugares seguros a los terroristas que amenazan a nuestras naciones".

 

 

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