13/10/17

Una tormenta magnética afectará la Tierra

 

 

 

Nuestro planeta atravesará este viernes 13 de octubre una tormenta magnética que podría afectar la señal de GPS, celulares, equipos de navegación y de telecomunicaciones, según informó la agencia rusa de noticias TASS. Sus efectos podrían prolongarse hasta el sábado 14 o domingo 15, inclusive.

El fenómeno está causado por la emisión de viento solar. Desde el pasado 6 de septiembre, el Sol comenzó a emitir partículas que viajan a 680 kilómetros por segundo y chocarán contra la atmósfera terrestre.

Se esperan entonces nuevas auroras, así como consecuencias en las radiocomunicaciones o la estabilidad de las redes eléctricas, también en las regiones a latitudes inferiores a los 50 grados.

Una tormenta geomagnética o, popularmente, una "tormenta solar", es una variación pronunciada del campo magnético terrestre debido a que porciones de la energía solar son transferidas a nuestra magnetosfera; habitualmente en conexión a grandes llamaradas solares que emiten materia en nuestra dirección.

La gran mayoría de las tormentas solares suelen ser algo inofensivo cuyo único efecto es ofrecernos imágenes de gran belleza en los cielos nórdicos (las famosas "auroras boreales").

1.- NO daña a personas, animales o plantas

2.- NO quema, ni nada, ni explota, ni nada similar

3.- NO puede exponer a radiaciones de tipo ionizante

4.- NO eleva las temperaturas, ni desata tormentas, ni vientos huracanados

5.- NO contamina, ni produce enfermedades

6.- NO produce terremotos, maremotos ni tsunamis, ni afecta la rotación terrestre.

7.- NO afecta ningún aparato desconectado de la red eléctrica ni a vehículos terrestres.

8.- NO derriba aviones en vuelo, ni hunde embarcaciones

9.- NO afecta los marcapasos ni a los dispositivos médicos desconectados de la red.

10.- NO estropea las brújulas tradicionales.

En muy contadas ocasiones, sin embargo, pueden llegar a producir efectos de inducción electromagnética muy similares a un EMP (pulso electromagnético por sus siglas en inglés) que incluso podrían llegar a dañar las redes e infraestructuras eléctricas, sistemas satelitales y de GPS. Pero nunca a las personas, salvo los astronautas situados fuera de la protección que nos da la tierra y que cuentan con medidas específicas.

 

 

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